En mi artículo anterior hice patente la importancia de la bioeconomía para el desarrollo sostenible en Chihuahua. En esta ocasión hablaré de otra gran oportunidad detectada en las entrevistas que realizamos en Chihuahua Green City a las empresas industriales de la ciudad, la bioenergía.
Me gustaría comenzar recordando que, de 44 empresas con potencial de aprovechamiento de sus residuos orgánicos, estimamos que se generan 51 mil toneladas de éstos al año; de este tonelaje, deducimos que hay empresas con desechos de alta carga orgánica, y sus depuradoras de agua residual contienen también altos niveles en su composición.
Dichos materiales residuales producen malos olores, por lo que es necesario que su recolección sea continua y rápida, sin embargo, normalmente estas empresas necesitan calentar agua como parte de sus procesos, lo cual nos brinda la inmejorable oportunidad de producir “gas verde” para consumo de estas compañías, ayudando así a la descarbonización de su matriz energética, y tal vez, lo más importante, podrían contar un precio estable en la compra de ese energético.
Para implementar esta oportunidad, en Chihuahua Green City estamos contemplando aprovechar los residuos de baja carga orgánica y los lodos de plantas tratadoras de agua de empresas agroalimentarias, pues éstos se pueden mezclar con los de altas cargas (como las heces animales), para poder generar un “gas verde” de alta calidad; sin embargo, es crucial mencionar que, dependiendo de dónde se pueda construir el biodigestor para este fin, se podrían recibir también los residuos domésticos, evitando su traslado hasta el Relleno Sanitario y disminuyendo así estas corrientes.
Un dato valioso que puedo compartirles tiene que ver con la estimación de que los habitantes e industria de la ciudad de Chihuahua generamos alrededor de 200 mil toneladas de residuos orgánicos, con los cuales podríamos producir 40 millones de metros cúbicos de “gas verde”, con un potencial energético equivalente a 250 GWh/año; además, podríamos producir 30 mil toneladas de composta y se dejarían de emitir 470 mil toneladas gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Si capitalizáramos estas oportunidades, en los próximos años podríamos estar colocando a la ciudad de Chihuahua como ejemplo en el combate al cambio climático dentro del país, ayudando no sólo a ser más competitiva a nuestro municipio sino a otras localidades.
Ahora bien, ustedes se preguntarán con qué se comparan las cifras que mencioné en el párrafo anterior, se lo respondo: 250 GWh al año es lo que planea fabricar el corporativo “Tesla” en su planta de baterías, lo cual sería suficiente para que estuviéramos en la posibilidad de generar la producción mundial de baterías.
Por otra parte, podríamos obtener ingresos por 7.5 millones de pesos por la venta de composta; asimismo, la reducción de 470 mil toneladas de gases de efecto invernadero equivalen a lo que generan 250 mil vehículos de pasajeros. De ese tamaño son las oportunidades que tenemos en nuestro territorio.
En mi próxima edición abordaré la oportunidad para el aprovechamiento de biomasa en el estado de Chihuahua. Hasta la próxima.